Volveré a dejarte - Capítulo 4

20.1.16





24 de marzo de 2016. Salamanca.

Dan cometió un error al mudarse a su piso de soltero. Estar solo no le convenía, ni siquiera le hacía sentir mejor. Se sentía preso en la más absoluta soledad y, por si fuera poco, no dejaba de pensar en ella. Constantemente, sus pensamientos le atormentaban con preguntas como: ¿Hice bien dejándola ir? ¿Hice bien pensando que todo esto era lo mejor para ella o para mí? ¿Y si me equivoqué? La soledad no beneficiaba a Dan en absoluto, pero se había dado cuenta demasiado tarde. Seguramente, ni su familia querría tenerle de vuelta.

Decidió que lo mejor sería acercarse al día siguiente al psiquiatra para pedir sus habituales pastillas para la ansiedad, o no viviría tranquilo para seguir contando los días.

***

Aquella noche le costó dormir más que cualquier otra. No dejaba de imaginar a Maroc sufriendo alguno de sus ataques, o intentando suicidarse en la soledad de la vivienda que habían compartido. Siempre pensó que era fuerte, pero en su vigilia se dio cuenta de que los pensamientos suicidas podían llegar cuando menos se esperaban.

Y en ese sentido, María era bastante vulnerable.

Colocó sus manos sobre la cabeza y contempló el techo como si allí estuvieran las respuestas a unas preguntas que no había formulado. No consiguió dormir ni dejar de pensar en los horrores que María tendría que estar pasando. Se incorporó sobre la cama y corrió hacia el móvil, que se encontraba al otro lado del piso. Cuando llegó tomó el aparato entre sus manos, lo desbloqueó y, mientras buscaba un número entre tantos y se dirigía hacia el teléfono del piso, pensó si debía o no hacerlo.
Y lo hizo.

El timbre del teléfono sonó varias veces antes de que alguien lo descolgara para responder.

―¿Sí?

Su voz, más baja de lo que recordaba, y mucho más cansada, le agitó el corazón.

―¿Quién es? ―insistió María.

Colgó el teléfono antes de arrepentirse por haber realizado la llamada. Dejó el teléfono en su sitio y el móvil al lado, volviendo a la habitación. Pero se quedó por el camino, pues la melodía monótona del teléfono empezó a sonar con insistencia. Su corazón latió desbocado con solo pensar que podía tratarse de ella.

Sin embargo, no contestó, sino que se quedó en medio del pasillo hasta que todo a su alrededor volvió a quedarse en silencio. Entonces volvió a su habitación y se acostó de nuevo para intentar descansar un poco. Le esperaba un día duro.

***

25 de marzo de 2016. Salamanca.

Dan se levantó de la cama con pesadez y dirigió sus pasos hacia el cuarto de baño para ducharse. Miró su reflejo en el pequeño espejo de pared y dijo en voz baja que sería un gran día.

Un gran día para ir al psicólogo, que seguramente le recomendaría una breve visita al psiquiatra para que le recetara la medicación que había dejado en Sevilla.


Se introdujo en la ducha y abrió el grifo del agua caliente al máximo. Cada una de las gotas impactó en el cuerpo desnudo de Dan y él pensó que se trataban de balas disparadas por María que querían llegar directamente a su corazón. Sintió que todo se desmoronaba y que todas las paredes intentaban mantenerlo prisionero en un pequeño espacio donde apenas podría moverse. Necesitaba con urgencia su medicación o todo el mundo se le caería encima en menos de un segundo.

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4 opiniones

  1. Lo estaba esperando! :)

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    1. ¡Qué guay! Es una pena que no sea un poco más largo... ¿eh?

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  2. ¿Esos dos se conocieron en una clínica o en una farmacia? :P

    Me niego a mostrar simpatía por Dan y sus dudas sin saber por que se fue... Lo cual me temo sera solo al final...

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    Respuestas
    1. Jajajajaja pues ese tipo de cosas se irán conociendo mediante los flashbacks de ambos ;). Pero sí, yo también pensaría eso.

      Más o menos, sí :P

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